Lunes 21 de Mayo del 2012:
Primer día de mi gran obra. Llevo mucho tiempo planeando todo. Necesitáis un escarmiento, alguien que abra los ojos a la gente.
Me despierto sin vacilar, pensando en todo lo que tan meticulosamente he llegado a insertar en mi cerebro. Todos los pasos están matemáticamente calculados y no hay índice de error.
Desayuno como todos los días, pero éste es especial. Veo a mi mujer como a otra oveja del corral, siguiendo a un mismo pastor que guía a todos hacia el camino equivocado. A veces pienso en contarte todo lo que tengo entre manos, pero sé que no me entenderías y estoy convencido que podrías ser un escollo en mi gran plan.
No saben lo errados que están, pero escarmentarán, y comenzarán a pensar de manera distinta; verán lo inútiles que han sido hasta ahora.
Todo empieza hoy, y éste día será recordado como el día en que el mundo se dio cuenta de lo mal encaminado que iba, del desastre al que se veía dirigido.
No quiero que se me evoque como el artífice principal de este hecho, sólo quiero que el mundo se acuerde del porqué fue necesario que alguien tomase éstas medidas.
La economía, la política, la sociedad en general ha fracasado en su intento de sacarnos del agujero al que nos estábamos viendo abocados, pero hoy empieza una nueva época, un nuevo renacer de la humanidad.
Como las grandes catástrofes naturales que llevaron a la extinción de los dinosaurios y al comienzo de una nueva vida, como las grandes guerras que exterminaron a millones de personas y nos obligaron a empezar de nuevo, y como las crisis económicas que han sido la lacra de éstos últimos años.
Pero yo poseo el poder suficiente para cambiarlo todo.
He trabajado muy duro los últimos años de mi vida sin descansar, priorizando mi meta a mi bienestar. Lo he dado todo para salvar a la humanidad del desastre. Pero por fin lo he conseguido, después de tantos esfuerzos. De jugarme en muchas ocasiones que me descubrieran y me quitaran del proyecto, que me retiraran los fondos necesarios para seguir.
Hoy he conseguido alcanzar el mayor logro de toda la historia, el mayor avance científico.
Nadie está al tanto de nada, ilusos, no sabéis lo que os espera.
Paso todos los controles de la empresa y me dirijo a mi laboratorio. Hoy he pedido a mis ayudantes una serie de tareas para que pueda estar sólo. No necesito a nadie que me moleste en lo que he de llevar a cabo.
Muchos han sido los años que he tardado en descubrir un virus que modificado a voluntad pueda conseguir los efectos de lo que es capaz éste. Han sido años de difícil trabajo y de mucha voluntad.
Todo empezó con el estudio de la última enfermedad incurable que asolaba al mundo. Todas las demás ya se habían neutralizado, se podría haber encontrado las curas de todas, esas curas que hubiesen permitido exterminarlas, pero las grandes farmacéuticas decidieron investigar más y en vez de vender la cura, vendieron un remedio que permitía ralentizarlas. La gente moría más tarde pero debían estar el resto de su vida pagando por sobrevivir.
Gracias a la avaricia de los grandes poderes he conseguido seguir investigando en ésta última, pero quizás el destino me ha llevado a encontrar otra cura distinta.
Hoy probaré mi descubrimiento en una rata de laboratorio, nada puede salir mal, lo tengo todo calculado.
Las pruebas han sido todas satisfactorias, ahora toca esperar a los resultados finales.
Llega alguien, he de esconderlo todo y no pueden descubrirme. Es uno de mis ayudantes, me trae lo que le había pedido. Es tarde, todo está en su sitio y mañana veré si por fin tantos años de espera han valido la pena.
Vuelvo a pasar todos los controles y me voy a casa.
Me estás esperando para cenar. Como siempre me preguntas cómo ha ido en el trabajo, pero esta vez me notas algo diferente, sientes que te escondo algo, lo noto en tu mirada. Pero pobrecita, no sabes nada de nada, tú igual que todos vives en la ignorancia. Pero todo esto se acabará muy pronto.
Martes 22 de Mayo del 2012:
Hoy me despierto mucho más calmado, tengo la certeza de que todo está en marcha. Mi plan sigue su camino y ya nadie puede pararlo.
Te miro y me traes recuerdos de cuando éramos más jóvenes, cuando nos conocimos y nos enamoramos. Tan rubia y con esos ojos azules, tan bella. Aún me sigues pareciendo preciosa, esa mirada tuya me ilumina el alma, te quiero y lo sabes. Si no fuese por ti creo que me hubiese hundido, que mi vida no hubiese tenido sentido, tú me has ayudado a creer en mi y a no dar nada por perdido.
Pero nada de ésto puede hacerme cambiar de idea, el mundo necesita esta última cura de la que desde mucho tiempo está pidiendo a gritos.
Me impides que me levante, me atraes hacia ti y me besas. Éste beso es diferente a los últimos que me has dado, quizás sientes el final y tu subconsciente quiere que no nos separemos. Tranquila, prometo estar contigo hasta el último momento, no te abandonaré y viviremos juntos el final de nuestra existencia.
Paso todos los detectores hasta llegar a mi laboratorio, a veces pienso lo fácil que sería entrar o sacar cualquier cosa de éstas instalaciones. La rutina y la escasa profesionalidad de los guardias hace que sea un juego de niños. No pueden sospechar lo que les espera, pero es lógico puesto que llevo casi toda mi vida pasando los mismos controles una y otra vez sin ningún altercado.
Ansío ver los adelantos en la prueba que hice ayer y ver si han resultado óptimos.
Cuando llego a mi mesa ordeno a mis tres ayudantes que se incorporen a sus quehaceres sin más demora y pido que no me molesten bajo ninguna circunstancia.
No puedo sentir mayor alegría al descubrir que los resultados son excelentes. Ahora toca el siguiente paso, experimentar en humanos.
Puede ser muy peligroso y todavía no estoy preparado para que el virus entre en acción, he de conseguir experimentar bajo unas condiciones controladas. Todavía no es el gran día, pero es necesario éste paso. Puedo pasar cualquier cosa por los controles, pero a una persona me será difícil. Podría utilizar a uno de mis ayudantes pero le echarían en falta y eso podría llevar al traste todos mis planes.
La idea me llegó hace unos días, y lo preparé todo para que hoy tuviese una visita externa de alguien al que había conseguido pagar para que se hiciera pasar por un colega de investigación.
Éstas visitas son frecuentes y sólo tenía que conseguir un pase por un día y señalar el día para que los guardias estuviesen avisados.
Lo más fácil fue conseguir a la persona que aceptara pasarse por un investigador, sólo tuve que ir a los barrios bajos de la ciudad y pagar una cantidad mísera de dinero. Fueron varios los voluntarios que se ofrecieron, y al final me decidí por alguien que no tuviese familia ni amigos, y que su desaparición pasara inadvertida.
Llega tarde, y eso me pone de los nervios. Hacerme esperar a mi, a quien va a cambiar el rumbo del mundo.
Los guardias revisan el pase y no detectan la suplantación que se ha llevado a cabo. Hago pasar a mi visitante hasta mi laboratorio y despido a mis ayudantes hasta mañana, por hoy ya han acabado y yo necesito estar sólo.
No hay necesidad de utilizar la fuerza para reducir a mi visita, un sedante y ya está todo preparado y listo. Aumento toda la seguridad del laboratorio pensando en que nada puede salir mal. Sólo me queda aislar la sala donde llevo a mi especímen y inyectarle el virus, ahora sólo queda esperar.
Ya tenia sobre aviso que hoy saldría un poco más tarde para que tuviera lugar el cambio de guardia y me fuese más sencillo salir. Todo está bajo revisión, y podrían descubrir que falta una persona por salir del edificio, pero eso lo tengo todo estudiado.
Los guardias no se han percatado de mi artimaña, y me voy de la empresa sin ser descubierto. Ilusos.
Llego a casa muy cansado, igual por la tensión de lo que he llevado a cabo. Ha sido un asesinato, pero tiene que haber bajas colaterales, está todo perdonado. Me acuesto sin cenar y te dejo leyendo.
Miércoles 23 de Mayo del 2012:
No puedo dejar de pensar en lo que me está esperando en el laboratorio. Quizás que mi mente esté en otro lugar me hace no escucharte mientras desayunamos. Me preguntas algo relacionado a lo que estoy llevando a cabo en el trabajo pero no estoy para explicaciones, necesito llegar cuanto antes, he de ser el primero en llegar y me es indispensable hacerlo. Ahora más que nunca he de extremar la vigilancia.
Me despido de ti, cada día que pasa se me hace más difícil. Quizás el saber que cada vez nos queda menos tiempo me hace amarte mucho más. No puedo distraerme en nimiedades, he de despejar mi mente. Necesito toda la atención en lo que he de hacer y no puedo dejarme llevar por los sentimientos. Vuelven a mi mente recuerdos de cuando éramos sencillamente felices, sin tener preocupaciones y sin mirar en los problemas de los demás. Cuando sólo nos necesitábamos el uno al otro. Que tiempos tan maravillosos, y que poco nos dábamos cuenta de lo que estaba pasando a nuestro alrededor. Me bastaba con quererte sin condiciones, sin explicaciones, solos tú y yo. Y el amor que nos confesábamos el uno al otro; es lo único por lo que valdría la pena vivir. Pero morir contigo, a tu lado también es una expresión de lo mucho que te amo. Te salvaré del desastre al que nos vemos abocados.
Saludo al guardia de turno y no veo indicios de algún problema con la visita de ayer, ningún comentario y ningún resquicio de duda. Perfecto, va todo según lo planeado.
Ansío llegar al laboratorio y mirar cómo se ha desarrollado el experimento con el que ayer probé mi gran obra maestra. Soy el primero en llegar y me dirijo raudo a la sala donde me espera mi voluntario.
Todo ha salido como esperaba, mi visita yace en el suelo sin vida y descomponiéndose a pasos agigantados. Ahora he de ser muy precavido, nadie puede descubrir el cuerpo. Antes mido si hay algún resto del virus en el aire de la sala, y descubro que efectivamente quedan rastros de él. Es perfecto, rápido y no deja huella que poder rastrear dentro del cuerpo. Hace efecto al entrar en contacto de cualquier forma, ya sea ingerido, inhalado, etc… y desaparece de su víctima una vez cumple con su cometido, pero sigue propagándose y buscando más víctimas.
El siguiente paso es deshacerme del cuerpo, pero está todo pensado. El cuerpo se descompondrá hasta desaparecer y no podrá ser descubierto, pero ésto lleva su tiempo, por eso dispuse el cuerpo bajo una lona. Así si nadie entra en la sala no podrá ser visto.
La sala se utiliza para pruebas y ya he dispuesto que no se realicen sin mi permiso, nadie tiene porque descubrir nada. Cuando todo esté en marcha dará igual que el virus esté esperando para propagarse en la sala de pruebas, sus hermanos camparan libremente por el exterior.
Otro paso cumplido, y otro paso menos para la meta. Ya queda menos, cada vez estoy más cerca del final y cada vez me siento más cansado, pero nada puede enturbiar ni mi mente ni mi capacidad para seguir sin desfallecer.
Se me pasa el tiempo sin darme cuenta cuando llegan mis ayudantes, miro el reloj y ya es la hora de entrada. Justo a tiempo.
Paso el día en mis investigaciones, hablando con mis ayudantes sobre los estudios que estamos realizando sobre la cura y me doy cuenta que no saben nada de mi investigación paralela. He sido muy meticuloso en todo lo que hasta ahora he ido haciendo, no tiene porqué saber nada, no necesito impedimentos en mi plan.
Por la tarde uno de mis ayudantes me pregunta por la visita que tuve ayer y le explico que era un conocido científico amigo mío que estaba de vacaciones en la ciudad y que estaba interesado en mi trabajo. Intenta hacerme más preguntas pero me deshago de él objetando que hoy estoy muy cansado y que necesito irme a casa a descansar.
Me preocupan tantas preguntas, pero seguro que todo es curiosidad. Dejo de pensar en ello y por fin llego a casa. Hace tiempo que no llego pronto a casa, y tu cara de sorpresa me intriga. Te doy dos besos y me voy a mi despacho con la escusa de que tengo mucho papeleo que he de acabar cuanto antes. Me relajo en mi sofá pensando en que todo está saliendo bien, en que no hay fallos y en que todo está siguiendo su curso.
Decido no cenar y me acuesto pronto. El cansancio me invade y me quedo dormido.
Jueves 24 de Mayo del 2012:
Todavía le sigo dando vueltas a las preguntas que me hizo ayer mi ayudante respecto a la visita que tuve. No creo que sepa nada de lo que estoy planeando, pero no hay que dejar nada a la casualidad. Hoy cuando llegue al trabajo intentaré investigar este tema.
Desayuno como todos los día pero hoy estás un poco irascible, me preguntas que es lo que estoy haciendo últimamente en el trabajo que me hace llegar tan cansado a casa. Te explico que queda muy poco en nuestro proyecto y que cada vez estamos más cerca de descubrir la última cura.
Te conozco y sé que mi explicación no te ha dejado tranquila, sé que sospechas algo. Que no te estoy contando toda la verdad, pero no puedo hacerlo por más que quiera. Nadie puede saber nada, pues quizás el contárselo a alguien sería el error que llevaría al fracaso la empresa que con tanto ahínco llevo ejecutando. Ni siquiera tú, mi amor.
Estudio los síntomas que vi ayer en el cuerpo y son los esperados, el virus se desarrolla a gran velocidad y sólo deja de actuar cuando el cuerpo al que ha invadido deja de existir, luego desaparece y no deja ninguna señal de su existencia. Es perfecto.
Además la facilidad con la que puede ser propagado lo hace único. Basta con respirarlo, inhalarlo o que sea inyectado y las cepas empiezan a procrearse dentro del especímen hasta sesgar su vida. Pero esto no lo hace especial, lo que lo hace maravilloso es que sólo puede ser destruido una vez haya cumplido su cometido. Una parte morirá con el cuerpo al que se ha unido pero otra seguirá buscando cuerpos en los que desarrollarse y morir y no dejará de hacerlo hasta agotar el objetivo por el que ha sido fabricado.
No puede ser detectado en la persona que ha sido contagiada puesto que desaparece. Y lo más significativo de todo y por lo que he estado tantos años trabajando en ello es que cumple un requisito marcado por mi y que lo hace ser la salvación de este mundo conocido.
Actúa en personas mayores de 20 años, a esta edad hay una serie de cambios genéticos en las personas, y lo que he conseguido es que el virus sólo actúe en estos casos.
Es mi gran legado a la humanidad, todos los mayores de 20 años desaparecerán, morirán y dejarán paso una nueva generación sin los ideales desfasados con los que nos guían nuestros gobernantes.
Será necesario un nuevo orden mundial, pero eso os lo dejo a vosotros, a los salvadores y creadores del nuevo mundo. La Tierra se está haciendo vieja, nos estamos haciendo viejos y no sabemos decir basta. Queremos seguir manejando el mundo a nuestro antojo y no vemos que hemos de dejar paso a la juventud antes de que ellos también se hagan viejos y sigan nuestros pasos.
Espero que no os equivoquéis y no caigáis en los mismos errores en los que hemos caído nosotros. Es necesario que este mundo tal y como lo conocemos desaparezca y se construya uno nuevo.
Toda esta idea me hace olvidar de lo que aún me queda por hacer. Tengo mucho trabajo que terminar antes de creerme vencedor.
Una de las cosas que me queda por hacer es investigar la curiosidad que le llevó a uno de mis ayudantes a preguntarme tan insistentemente por el visitante del otro día.
Decido hacerlo y entablo una conversación con él, primero hablando de otras cosas para luego acabar preguntándole por si conocía a la persona que me vino a visitar. Me cuenta que la cara le recordaba a un mendigo que había visto hace poco cuando su coche se detuvo en un semáforo y una persona se le acercó para pedirle limosna. Le digo que está equivocado, que no puede ser la misma persona, y él rehuye de mi insistencia y se niega a aceptar mis explicaciones pidiéndome el nombre del visitante a lo que le digo que no es asunto suyo y que más le vale no meterse en líos innecesarios.¡Maldita sea!
¿Porqué siempre tiene que haber personas que sienten la necesidad de saber todo lo que ocurre a su alrededor? Esto es un problema que no puedo dejar pasar. Cualquiera sabe si es posible que pueda empezar a investigar por la persona en cuestión y llegue a encontrar la verdad.
Es muy tarde y todos han abandonado el trabajo, es hora de ir a casa. Éste último inconveniente no me deja pensar en nada más. Mañana he de solucionarlo, queda muy poco para el día señalado y he de evitar cualquier problema que dificulte la ejecución del plan.
Llego a casa y encuentro una nota en la que mi mujer me explica que no vendrá a dormir esta noche.Que su madre se encuentra mal y se quedará con ella toda la noche. Mejor, menos problemas.
Viernes 25 de Mayo del 2012:
Hoy estoy decidido a solucionar el problema con mi ayudante. El estar sólo toda la noche me ha dejado pensar en cómo solucionarlo.
Me dirijo al trabajo, saludo a los guardias y enfilo hacia mi laboratorio. Soy el primero en llegar y me entretengo con unas probetas de ensayo esperando a que lleguen mis tres ayudantes. Llegan puntuales, es una de las cosas que saben que han de respetar, el horario es sagrado.
Hablo con el curioso y quedamos en que como el científico que vino a verme está de vacaciones en nuestra ciudad no hay inconveniente en pedirle si puede cenar con nosotros. Hago una llamada falsa haciendo ver que reservo una mesa para tres en un restaurante de la zona y le hago saber que después del trabajo iremos directamente en mi coche. Acepta y se marcha a cumplir con el trabajo que le he puesto para hoy.
Problema casi solucionado, esto es un pequeño retraso, pero no hay prisas si con ello no se ve comprometido el plan al que tanto tiempo le he estado dedicando.
Dedico el resto del día pegado al ordenador mirando el ritmo de propagación estimado y me asombro ante la velocidad con la que el virus puede hacerlo.
Los primeros días la propagación será muy rápida puesto que el virus actuará en ciudades en las que hay millones de personas, luego poco a poco irá decreciendo puesto que se hará más difícil encontrar humanos en los que propagarse, pero ya será demasiado tarde para la salvación de este planeta.
La habilidad por la humanidad de construir ciudades cada vez más grandes y con más habitantes hará el trabajo mucho más fácil.
Se hace de noche y es la hora en la que había quedado con el curioso. Me viene a buscar sin saber lo que le depara el futuro. Inconsciente. Serás otra víctima necesaria. Una baja colateral como le llaman.
Salimos por los controles de seguridad, no sin antes decir que se me ha olvidado una cosa y que he de ir a buscarla. Así nadie nos verá salir juntos y no podrán asociarme con tu desaparición.
Decido cambiar en el último momento y quedamos en una dirección que te doy para así no poder ser grabados por las cámaras del parking. Cuando llego a la dirección que te he dado estás esperando fuera del coche, llego con las luces apagadas y aparco el coche unos metros antes sin ser visto. No hay nadie, he buscado una zona por la que a estas horas poca gente la frecuenta. Veo tu cara de preocupación preguntándote porque te habré dado esta dirección , pero no sospechas nada. Me acerco sigilosamente por detrás sin que me oigas y paso un hilo de acero por detrás de tu cabeza apretándolo con todas mis fuerzas. Siento la sorpresa en tus ojos, y tu mirada me pide explicaciones del porqué estoy haciendo esto. Te susurro al oído que no luches, que estés tranquilo; pero no paras de patalear y de intentar librarte de mi. No pasa mucho tiempo hasta que dejas de luchar y caes inerte a mis pies. No siento nada, sólo que eras un impedimento, una piedra en el camino que tenía que ser retirada. Otro asesinato, ya van dos en menos de una semana. ¿Asesinato? No, es un pequeño precio que hay que pagar.
Me deshago de las pruebas que puedan incriminarme quemándolas y enterrándolas, y cargo con el cuerpo hasta una zona en la que hay una serie de despojos y basura acumulada. Meto el cuerpo entremedio de toda esta basura y me alejo pensando en que cuando te encuentren ya será tarde.
Doy gracias a que de los tres ayudantes tu eras el único que no tiene familia en esta ciudad, por lo tanto nadie te echará en falta estos primeros días. Todo va en mi favor, hoy es viernes y llega el fin de semana. Dos días en los que no trabajáis y dos días en los que nadie en el laboratorio te echará de menos.
Subo al coche y me voy a casa. Hoy estoy más cansado que nunca, éste último acto de esta noche me ha dejado sin resuello y necesito descansar. Ya sólo quedan dos días y todo habrá acabado. He de seguir sin desfallecer, no puedo venirme abajo ahora.
Encuentro a mi mujer preocupada, me cuenta que su madre no se encontraba muy bien pero que no ha sido nada. Cenamos y llega la hora de dormir. Un simple beso y nos despedimos hasta mañana. Estate tranquila, todo acabará muy pronto.
Sábado 26 de Mayo del 2012:
Hoy sólo tengo previsto visitar el laboratorio por la mañana para recoger la muestra donde se encuentra el virus. Hoy es cuando sacaré la cepa de su lugar de creación. Me será fácil pasar todos los controles rutinarios, el sábado va muy poca gente a trabajar y los guardas apenas hacen caso de la gente que por allí deambula.
Saben de mi fanatismo por mi trabajo y ven normal que en un día festivo me pase por el laboratorio.
En cualquier caso si por alguna casualidad me registran más de lo normal y descubren el tubo de ensayo que he de sacar, no tendré problema en hacer que en ese mismo instante mi gran creación comience su cometido. Quiero hacerlo todo como lo tenía pensado, y me gustaría que no hubiese hoy ningún tipo de problemas que me hicieran adelantar mi fin, todo a su debido momento.
Saludo a los guardias de la entrada y ellos hacen lo mismo más por rutina que por cordialidad. Son muchos años viéndome entrar y salir cada día.
Hoy no tendré ayudantes, es día festivo y no tienen costumbre de trabajar. Son felices cumpliendo su horario y no son capaces de ni siquiera sacrificar un poco de su vida por lo que más importa, su trabajo.
Con sumo cuidado y mucho respeto cojo el tubo de ensayo donde se encuentra el poder de la salvación de este mundo, la gran creación que con tanto esfuerzo, y no sin una pequeña dosis de suerte, hará que por fin este mundo encuentre su cura. La que con tanto anhelo siempre ha necesitado y que nunca nadie ha sabido suministrársela. Son pocas las horas que quedan para el gran día.
Paso el tiempo esperando hasta el mediodía que es cuando normalmente acabo los sábados. No pienso en nada, sólo en que nada puede salir mal. Dejo mi mente en blanco intentando desviar cualquier pensamiento de que algo falle, pero todo está calculado al milímetro, cualquier detalle está más que pensado.
Todos los controles hasta la salida me parecen que están a punto de dar la alarma cuando paso por ellos. Los nervios empiezan a traicionarme, pero he de sobreponerme a ellos, todo depende de mí. He de ser fuerte y no dejar que noten nada, cualquier síntoma de debilidad pude llevar al fracaso mi gran plan, no puedo dejarme vencer.
Sólo me falta el último control, y consigo pasarlo sin dificultad. Los guardas me saludan despidiéndose sin apenas mirarme, sin saber que son partícipes de lo que llevo entre manos.
Me dirijo al coche sabiendo que las cámaras me están grabando, que están dejando para la historia el momento en que su salvador salió a la luz. Tengo una sensación de triunfo, la alegría que siento es inmensa, nada se le puede comparar.
Llego a casa justo a la hora de comer, como cada fin de semana y mi mujer está esperándome. Nos saludamos y antes de sentarme a la mesa guardo mi preciado tesoro en mi despacho donde sé que nadie entrará y donde nadie podrá encontrarlo. Hoy no es el gran día, falta uno más y todo se habrá cumplido. Mañana se verá cumplido mi gran sueño, mañana será el gran día. No se porqué elegí un domingo, quizás por reminiscencias religiosas o por ser un día en el que podría ir al centro de la ciudad sin levantar sospechas en el laboratorio.
Y ahora que ya está todo listo mi mente empieza a relajarse, a pensar que ya nada puede inmiscuirse en mi plan. Por una vez en esta semana puedo descansar.
Me llamas que la comida se enfría. Ahora que siento tu voz me doy cuenta lo mucho que te quiero, quizás sabiendo que sólo nos quedan horas de estar juntos, me haga sentir que te amo.
Sé que estás preocupada por el comportamiento de ésta última semana. Quizás puedas pensar que he tenido un comportamiento algo raro, pero es imposible que puedas llegar a sospechar de mi doble vida. Me ves como un científico con total devoción por su trabajo, piensas que mi dedicación es para encontrar una cura que pueda salvar vidas. Y en verdad es lo que haré, salvar vidas, pero no de la forma que puedas llegar a pensar.
Pasamos la tarde juntos sentados en el sofá, hablando del trabajo, de tu madre, de la vida. Me acerco y te beso. Me miras sorprendida pero no te dejo lugar a réplica, sigo besándote y te fundo en un abrazo. Sonríes y te llevo a la cama. Esta noche sólo necesito saber de ti, hacemos el amor repetidamente, sintiendo que será la última vez que lo haremos.
Domingo 27 de Mayo del 2012:
Apenas he podido dormir. Te he estado mirando toda la noche, he contemplado esos maravillosos ojos que tienes, esa calidez que desprenden. Quisiera pasar el poco tiempo que nos queda sin dejar de mirarte. Sintiéndote tan cerca de mi, amándote. Te beso y sigues durmiendo.
No puedo dejar que puedan vencerme mis sentimientos. Pero eres tan bella.
La lucidez por fin llega a mi mente y me despierta del estupor en el que estaba cayendo. Es hora de levantarse y cumplir con mi objetivo.
Voy a mi despacho y encuentro lo que buscaba, sigue en su sitio. Escucho un ruido en la habitación, miro y sigues durmiendo. Me despido de ti. Te he dejado una carta en la que te explico todo, espero que te dé tiempo a leerla; no quisiera que murieras sin saber porqué.
Estoy preparado, no tengo dudas y tengo la mente despejada. Me subo al coche y me dirijo al centro de la ciudad. Hoy habrá mucha gente deambulando por las calles, comprando, visitando los monumentos. Es una ciudad muy cultural y siempre está repleta de turistas, y más un domingo en el que la gente suele salir con sus familias y amigos a pasear por ella.
Pensé que el mejor lugar para propagar el virus sería la plaza central de la ciudad, atestada de gente. Allí nadie se daría cuenta de lo que estaría haciendo y así nadie podría interponerse en mi plan.
Aparco el coche y me dirijo a la plaza, me tiemblan las manos, pero no son los nervios los que me invaden, es la emoción de que por fin ha llegado el momento. Miro a la gente que está a mi alrededor y me dan pena por no saber lo que está punto de suceder. Veo a los niños que corren entre la gente persiguiendo a las palomas o jugando entre ellos y pienso que ellos serán los verdaderos salvadores, los creadores del nuevo mundo. Ellos escribirán la nueva historia de nuestro planeta, ellos serán los que edificaran la sociedad futura. Mi último pensamiento es por ellos.
Cojo el tubo donde está alojado el virus y me decido a abrirlo cuando…..